Etapa Montevideana (1923-1947) - Márgenes del 45
La fecha de nacimiento de José Parrilla se desconoce con precisión, las fechas que se manejan van de 1918 hasta 1923. Según esto la fotografía más antigua que conocemos de Parrilla lo retrataría a los veintipocos años. Esta imagen aparece en la solapa de una de las obras póstumas publicadas en Francia en 1994, un libro de poemas de Parrilla ilustrados por Magalí Satgé.
Los retratos de su etapa europea son mucho más abundantes y aquí repasaremos varios. Si bien son escasas las fotografías de la época en que se presentaba por las calles de Montevideo con una tarjeta que lo anunciaba como Profesor de amor, en cambio contamos con algunos relatos sobre su personalidad su aspecto y vida privada.
La figura de José Parrilla es enigmática, no conocemos su fecha de nacimiento, no se conocen imágenes de su juventud, tampoco conocemos relatos de su vida previa a su etapa como Profesor de amor. Pero ese enigma encuentra una explicación si también nos preguntamos por su lugar de nacimiento. En las notas biográficas que encontramos hasta ahora se da por sentado que Parrilla nació en Montevideo, pero si atendemos a varios indicios que surgen de los documentos que presentaremos en esta exposición, esa certeza se desdibuja.
Mario García que es poeta, amigo y contertulio de Parrilla y su entorno, escribe un breve texto como epílogo a la edición de la Obra poética que publicó la Biblioteca Nacional junto a la editorial Yagurú en 2008, con el título Profesor de amor. Allí, García recorre los puntos más destacados de la vida de Parrilla en Montevideo: su primer encuentro, las noches en el bar Yatasto, los recuerdos de su casa y familia, su intento de suicidio y posterior reclusión en el hospital Vilardebó. También las relaciones literarias que Parrilla entabló y su lugar como referente poético de un grupo de autores jóvenes entre los que se contaba a Carlos Brandy, Humberto Megget, Juan Fló, Justo Manuel Aguiar. Nos cuenta sobre su particular relación con Javiel Raúl Cabrera y la posterior desaparición de Parrilla en su viaje europeo.
En este epílogo Mario García recuerda a Parrilla como un muchacho rubio con acento español, recuerda su familia: una madre y dos hermanas, una de ellas de nombre Lucy (quien se dedicará también a la poesía), y la procedencia del padre, quien habría huido de la dictadura franquista (1939-1975). Si fuera tal como recuerda García, y si recordamos que se estima el nacimiento de Parrilla entre 1918 y 1923, difícilmente pudo nacer en Montevideo, en la medida en que el franquismo se instala en 1939.
Por otra parte, García también participa de una documental dirigida por Juan Pablo Pedemonte dedicada a José Parrilla que forma parte de la serie Pájaros ocultos. Allí se muestra el edificio que fuera domicilio de la familia Parrilla en calle Arenal Grande y Miguelete, esquina donde también fuera asesinado su padre, su descubrimiento de José Parrilla en el cine Victoria en la actual Fernández Crespo, frente al bar Yatasto. Esta documental también cuenta con la participación de Pablo Rocca, Gabriel Peveroni, Alejandro Michelena, Gerardo Ciancio, Manuel Aguiar Barrios y Pablo Thiago Rocca.
Por su parte María Inés Silva Vila relata brevemente sus recuerdos de la dupla José Parrilla Javiel Raúl Cabrera en su libro 45 X 1. Ese libro es una recopilación de artículos que publicaba Silva Vila en el semanario Jaque, en el año 1984. Allí, reúne testimonios y anécdotas de algunos de los protagonistas de la Generación del 45. En el artículo que nos interesa titulado Historia de un gurú entre los topless y de su amigo Cabrerita, es evidente el lugar marginal que se les asigna a la dupla por parte de la Generación del 45. Si bien son personajes conocidos por todos, y circulan anécdotas de uno y otro, el lugar que ocupan en el universo literario de la Generación del 45 es más la de unos personajes curiosos, extraños y pintorescos, que artistas que pudieran ser tomados en serio.
Entre las anécdotas que se cuentan allí, Silva Vila complementa la de Mario García y la reclusión de Parrilla en el Vilardebó. Al parecer, y no se sabe bajo qué circunstancias, luego de ser dado de alta del hospital, Parrilla fue empleado por el Vilardebó. Silva Vila cita a Parrilla luego de su episodio en el siquiátrico:
Yo no tenía ningún problema, pero el bobo de Más de Ayala me encontró unos versos y todos los días me preguntaba: ¿Es verdad que a las dos de la mañana ve doce pescaditos de tinta china? ¡Mirá si yo voy a negar lo que había escrito!
Un poco más adelante vuelve a ampliar otra de los episodios narrados por Mario García, aquella oportunidad en que ambos se conocieron en una función de cine organizada por el propio Parrilla. En la anécdota de Silva Vila las circunstancias se modifican levemente, pero lo más interesante es el espíritu que lo rodeaba. Al parecer Parrilla dijo un día:
¿Qué te parecería si alquilo el cabaret Chanteclaire y le mando invitaciones a todas las poetisas, a Esther de Cáceres, a Juana de Ibarbourou, a Sara de Ibáñez y también a Sabat Ercasty, y a Emilio Oribe y se sientan todos alrededor de las mesitas y salgo yo, todo desnudo y pintado de verde y recito mis poemas?
Finalmente, no alquiló el Chanteclaire, pero sí lo hizo con el cine American donde proyectó El muelle de las brumas. La función fracasó como supimos por Mario García, y Parrilla ni siquiera pudo ver la función porque estaba en la boletería. Luego de finalizada esa función, García y Parrilla cruzarían a tomar un café al bar Yatasto.
Lo cierto es que Parrilla fue un poeta extraño para su tiempo. Parrilla escribió versos de coloración expresionista en un Montevideo que comenzaba a ser dominado culturalmente por el racionalismo de la Generación del 45, quién se encargó de ignorar completamente su producción poética. Pablo Rocca en su epílogo a El profesor de amor, hace un recuento de las publicaciones y antologías poéticas que pudieron al menos mencionar a Parrilla, pero que decidieron ignorarlo: Capítulo Oriental (1968), Enciclopedia Uruguaya (1969), Antología de la poesía uruguaya contemporánea (1966, D. Bordoli), Cien años de raros (1966, A. Rama), Un siglo y medio de literatura uruguaya (1958, C. Real de Azúa), Literatura uruguaya (1962, M. Benedetti), Literatura uruguaya del medio siglo (1966, E. Rodríguez Monegal). La Generación del 45, en todas sus caras, decidió marginar a José Parrilla del universo literario uruguayo.
Su etapa montevideana la ubicamos hasta el 1947, y esta fecha es aproximada también, porque no hay documentos que permitan ubicar con exactitud su viaje a Europa. Pero si se considera que Parrilla pronunció unas palabras en la muestra de Cabrerita en su exposición del 1946 en el Ateneo, y si tenemos en cuenta que, a principios de 1948, Parrilla ya organiza la primera exposición de Pascual Letreros en Valladolid, podemos arriesgar que 1947 fue el año en que abandonó las costas montevideanas.
Veamos ahora los lugares donde José Parrilla se pronunció en los años 40 en Montevideo. En la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional pudimos rescatar una publicación dirigida por Manuel Flores Mora, Carlos Maggi y Leopoldo Novoa llamada APEX. La publicación se definía en su primera página como: “seguros que todavía no existe un arte uruguayo; que lo que se hace generalmente es de inspiración o pertenece a escuelas o a autores ajenos a nuestro medio… queremos juventud en nuestras páginas. Por eso no hacemos escuela con nuestra revista.” El 2 de febrero de 1943 José Parrilla publica aquí unos versos titulados Un Poema, en ese mismo número también colaboran, además de sus realizadores, Joaquín Torres García, Juan Carlos Onetti, Juan José Morosoli, el español Manuel Altolaguirre, por nombrar a los más conocidos. Aquí compartimos el segundo y último número de la revista APEX:
Ese mismo año, solo unos meses más tarde, El profesor de amor volvió a publicar en la prensa de la capital; ahora se despacha con un interesante texto en Marcha. Elige publicar allí un fragmento en prosa, lo cual es muy poco frecuente en su producción, ya que se conocen pocos textos de José Parrilla en prosa, uno es este Cazador de moscas, el siguiente fue el Elogio del miembro, y el último se publicó recién en 2013 titulado El puente de Violeta. Más abajo compartimos la publicación del 23 de julio de 1943, en Marcha.
Entre los años 1947 y 1948 cuando imaginamos que Parrilla se encuentra formando su cofradía en Valladolid, en Montevideo, Humberto Megget y Carlos Brandy, compañeros y seguidores de José Parrilla publican una revista llamada Sin Zona. Esta es una revista completamente clandestina que se imprimía en un mimeógrafo de la Caja de jubilaciones. La revista llegó a tener 2 números, uno publicado en 1947 y el siguiente en 1948. Nos interesa esta publicación, porque de alguna manera es representativa del espíritu que acompañaba la creación de Parrilla, en buena medida esta publicación es testimonio de un cierto efecto que produce Parrilla en su entorno como agitador cultural. Tanto en España como en Francia, no solo importa lo que Parrilla produce como poeta, sino el magnetismo que evidentemente poseía y lo colocaba en el centro de un grupo de artistas que lo consideraban un líder artístico y espiritual. Pensamos que Sin Zona es otro ejemplo de la influencia que Parrilla era capaz de ejercer.
En las páginas finales del primer número de Sin Zona, Humberto Megget escribe una página en tono de Manifiesto poético titulado Javiel Raúl Cabrera:
Cabrerita, quien muchos años después sería nominado por José Parrilla como el primer esterista, fue también inspiración para esos textos de Megget en 1947. El dúo Parrilla-Cabrerita que continuaría exponiendo su arte en costas españolas, tiene esta capacidad de inspiración. En Parrilla es singularísima su capacidad para convocar y movilizar en torno suyo a un grupo de artistas convencidos de una dirección tangencial, de un camino paralelo a los grandes movimientos artísticos, un camino que los margina, al mismo tiempo que los identifica. Lo que no continuó en Europa fue la figura de aquel Profesor de Amor, ese personaje se quedaría en las costas Montevideanas. Esa figura evolucionó hacia un liderazgo artístico primero, para derivar finalmente en una especie de liderazgo espiritual.
En estas primeras actividades literarias de Parrilla vemos el agitador cultural, el centro gravitacional de un grupo de jóvenes autores que en Montevideo se oponían a la literatura racionalista. Nos parece importante como anticipo al lugar que adoptaría Parrilla en los movimientos que encabezaría tanto en España como en Francia.
PUBLICACIONES DE PARRILLA EN MONTEVIDEO 1943
En el Archivo Literario de la Biblioteca Nacional conservamos versiones facsímiles de las tres plaquetas que imprimió Parrilla en Montevideo, bajo las ediciones Ester. Estos facsímiles fueron realizados en Francia en 2008 gracias al impulso de Fernande D Alezio.
En el final del Elogio del miembro, ese manifiesto poético hay que destacar estas palabras:
Cuando yo nací, hace casi dieciocho años, en el 4° piso de la calle del Olivo 14, en Barcelona, mi padre era muy joven, aún no había muerto, y estaba en el piso 10 seduciendo a una gata.
Sobre su probable origen Catalán
Para cerrar esta etapa montevideana hagamos un recuento de indicios que nos hacen suponer que Parrilla nació en España y no en Montevideo, como se piensa. Si sumamos el acento español y la procedencia del padre del autor (recordemos que, según relata Mario García, llegó a Montevideo huyendo de la dictadura franquista por su afiliación anarquista). Si a esto sumamos que en las últimas líneas de su Elogio del miembro declara su nacimiento en Barcelona, si atendemos a un llamativo vosotros en varios poemas de La llave en la cerradura y Rey beber, y si finalmente agregamos que varios artículos de prensa española no dudan en declarar el nacimiento de Parrilla en Barcelona. Es posible aventurar que el origen de José Parrilla se encuentra más cerca de España que de Montevideo.
SOBRE EL ORIGEN DE ESTER
Respecto al nombre de su editorial Ester y su importancia en la trayectoria de Parrilla hay dos versiones distintas, pero no por eso contradictorias. La primera la sostiene Mario García quien afirma que el uso de Ester y su posterior transformación en movimiento Esterista, proviene del personaje de la prostituta de El pozo de Juan Carlos Onetti, como se habrá visto en la documentación expuesta, la influencia de Onetti fue importante en el imaginario de José Parrilla. La segunda teoría va por cuenta del teórico español Juan Eduardo Cirlot quien afirma que el nombre proviene de un poema del propio Parrilla donde ese nombre aparece repetido unas 700 veces, aunque no hemos podido hallar en ninguna parte ese poema, siquiera un fragmento, y tampoco conocemos a nadie que lo haya visto. Esta última versión cuenta con la complicidad del propio Parrilla, al afirmar en un par de entrevistas que expondremos aquí, esta misma versión. En cualquier caso, ambas versiones son posibles.