Los artistas
Delmira Agustini
Delmira Agustini es recordada por ser una figura mayor de la poesía uruguaya y por su trágica vida, sin embargo hay otras dimensiones de su vida que son de interés. Delmira fue educada en un hogar de clase media que estimuló el desarrollo de sus intereses personales, entre ellos la pintura, de la que recibió clases.En esta exposición figura como figura retratada y como pintora.
La Biblioteca Nacional posee dentro del fondo de Delmira Agustini algunos de los cuadros que pinto: la muestran como una alumna aplicada y mediocre, que pintaba cuadros un poco ingenuos, naturalezas muertas y escenas de género mayormente. Una leyenda dice que en uno de esos cuadros hay un agujero que dejó la bala con que Job Reyes la asesinó, lo que es totalemente falso.
Las investigadoras de la Bibliotea Nacional Carina Blixen y Elena Romiti dedicaron un notable artículo a las relaciones de Delmira Agustini con la pintura, al que remitimos al lector que desee profundizar en el tema
Carlos Aliseri
Montevideo, 1899 – 1974. Pintor, artista plástico y diplomático. Su formación artística la realizó en el Círculo de Bellas Artes con el maestro Domingo Bazurro.En 1929 inició una estrecha relación con el pintor Milo Beretta y en Buenos Aires frecuentó el estudio de Alfredo Guttero.
En 1931 fue cofundador de la Agrupación de Artistas Independientes del Uruguay junto a los uruguayos: Antonio Pena, Gilberto Bellini y Melchor Méndez Magariños. En 1934 fue designado subdirector del Museo Histórico Nacional.
También viajó a Brasil donde conoció y entabló amistad con el pintor Cándido Portinari. Fue designado miembro de la Sociedad Paulista de Bellas Artes como miembro correspondiente en Uruguay.
El gobierno de Gabriel Terra le otorgó por decreto un subsidio para que pudiera permanecer en Europa perfeccionándose. En 1936 también por decreto del Presidente Terra, fue nombrado agregado honorario a la Legación uruguaya de Gran Bretaña e Irlanda.
En 1937 obtuvo medalla de plata en el pabellón uruguayo de la Exposición Internacional de París.
En 1939 conoció al artista belga René Magritte y en 1940 asistió a los cursos de museología del Louvre.
En 1943 retornó al Uruguay e inició su pintura denominada surrealismo fantástico en 1953. Después, en 1954, creó las series abstracciones místicas. Hacia 1956 comenzó una serie de esculturas en hierro llamada sueños fantásticos en el espacio.
Integró la famosa muestra De Blanes a nuestros días en 1961.
Retornó a Brasil en 1968 con el fin de exponer en el Museo Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro.
En 1970 inició su serie de bosques y selvas fantásticas.
Rafael Barradas
Nace en Montevideo, el 4 de enero de 1890. Es hijo de padre y madre españoles. La actividad pictórica de su progenitor lo familiariza desde la infancia con el lenguaje plástico. No se le conoce un aprendizaje sistemático. Participa en las tertulias montevideanas con intelectuales como Frugoni, Florencio Sánchez, Lasplaces, entre otros; costumbre que continuará en España. Colabora desde muy joven en periódicos y revistas de Montevideo y Buenos Aires como ilustrador.
En 1912 realiza una exposición de acuarelas junto a Guillermo Laborde y hacia fin de año realiza una exposición de caricaturas. En 1913 funda "El Monigote", publicación satírica sobre el ambiente cultural. Ese mismo año viaja a Europa radicándose finalmente en España. Durante su estancia en Barcelona se vincula con Joaquín Torres García y exponen juntos en la Galería Dalmau. Allí frecuenta tertulias artísticas y conoce a poetas, críticos y artistas españoles vinculados a la vanguardia.
Expone en Madrid en 1917 mientras realiza numerosos trabajos gráficos en Barcelona. Un año después lleva a cabo su primera muestra individual donde propone su concepción estética: el vibracionismo. Es recibido por el movimiento ultraísta como uno de sus más importantes representantes y colabora en numerosas revistas del movimiento.
Hacia 1920 vive en Madrid; es contratado como dibujante para la "Biblioteca Estrella" e ilustra ediciones numerosos clásicos. Trabaja desplegando una gran actividad como escenógrafo, figurinista y afichista para el Teatro del Arte. Organiza su propia tertulia en el café Oriente, frecuentado por grandes exponentes culturales como Dalí, Buñuel, García Lorca. Colabora con Borges en la revista Tableros y es nombrado director artístico de la revista Alfar que publicaba en La Coruña Julio J. Casal.
En 1923 se traslada a la localidad de Luco de Jiloca, sus trabajos incursionan ahora en una búsqueda más realista e inicia su serie denominada por él como "Los Magníficos", representando a personajes populares. Nuevamente en Madrid, en 1924, trabaja para la editorial Espasa Calpe y para la Revista de Occidente. Un año más tarde una serie de marinas y acuarelas son el testimonio de su pasaje por San Juan de Luz. Recibe el premio Grand Prix en la categoría teatro en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales de París. Se muda a Hospitalet de Llobregat, Barcelona, donde realiza una serie de paisajes de la localidad y es frecuentado por intelectuales y artistas.
Ya enfermo retorna a Montevideo donde es homenajeado en el Teatro Solís. Muere el 12 de febrero de 1929.
Manuel Barthold
Pintor nacido en una aldea de las cercanías de Moscú (Rusia), el 9 de noviembre de 1874, durante un viaje que realizaron sus padres nacidos en USA. Estudió en la Academia de Bellas Artes de New York (USA) en 1891; luego fue a París (Francia) en 1894 a completar sus estudios bajo la dirección de Benjamín Constant, Laurence y Cormon en L'Ecole des Beaux Arts. Llegó a Montevideo (Uruguay) en 1912, expuso sus obras y se dedicó especialmente al retrato. Volvió a Francia en 1914 para retornar definitivamente a Montevideo (Uruguay) en 1925, falleciendo en 1947.
Se había nacionalizado en Francia, donde fue considerado siempre como un pintor francés y condecorado con la Legión de Honor. En Montevideo (Uruguay) pintó los retratos de "José Enrique Rodó", "Juan Antonio Zubillaga", "Juana de Ibarbourou", "Luis Alberto de Herrera", "Ernesto Laroche", "José Belloni", etc.
Sus obras se encuentran en el Museo Histórico Nacional (Montevideo, Uruguay), en el Museo Nacional de Bellas Artes (Montevideo, Uruguay); así como también en numerosas colecciones particulares de Uruguay, Argentina, USA, Canadá, España, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Países Bajos, Italia.
Édouard Manet
Nace el 23 de enero de 1832 en París, en una familia adinerada siendo su padre magistrado. No fue un alumno aplicado, lo cual provocó una gran decepción en su familia ya que estaba destinado a estudiar derecho, como su padre. Ante el entusiasmo de Manet por las artes, su padre lo autoriza para comenzar sus estudios de arte en el Taller de Thomas Couture, estuvo casi seis años bajo las enseñanzas del maestro, pero en 1856 lo abandona por considerar anticuadas sus enseñanzas.
Desde 1853 hasta 1856 decide viajar por Italia, los Países Bajos, Alemania y Austria para seguir su formación con grandes maestros. Se involucra en la pintura barroca en su viaje a España, siguiendo los pasos del pintor Diego Velázquez, del quien tendrá gran influencia en sus obras.
La notoriedad de Manet en sus cuadros fue por su estilo casi siempre escandaloso y erótico para la época, ya que hasta mediados de la década de 1870 no profundiza en la técnica impresionista.
Una de sus pinturas más controvertidas fue la Olympia, realizada en 1863 y presentada recién en 1865, donde fue rechazada en el Salón. Se la comparó con la obra renacentista “La Venus de Urbino del pintor Tiziano, donde queda visible un aire de sensualidad al borde del erotismo. En su cuadro, da relevancia a una prostituta parisina, supliendo a una diosa veneciana del amor. Manet se convirtió casi sin proponérselo, en el personaje principal de jóvenes pintores que se reunían en el famoso Café Bergois, cuna del Impresionismo.
En 1880 ya aquejado de una grave enfermedad circulatoria, es nombrado Caballero de la Legión de Honor. Tres años más tarde, el 20 de abril de 1883 fallece.
José "Pepe" Montes
Nace en Montevideo en el año 1929.
Inicia sus estudios de dibujo y pintura con Doméstico Kabregú, pintor de la escuela italiana contemporánea, radicado en Montevideo.
En 1972 la Bibilioteca Nacional le encarga los retratos de varios escritores uruguayos habiendo realizado a Carlos Vaz Ferreira, Antonio Lussich, Juana de Ibarbourou, Enrique Amorín, Paco Espínola, Juan Carlos Onetti, Alberto Zum Felde y Fernán Silva Valdéz.
Atraído por las publicaciones del maestro Joaquín Torres García, en 1950 ingresa a su taller donde recibe las enseñanzas de sus principales discípulos y a partir de 1958 participa en exposiciones organizadas por el taller en Uruguay y en el extranjero, y en 1960 es nombrado profesor del taller.
En 1970 viaja por estudios a Europa.
Sus obras han sido adquiridas por el Museo Municipal Juan Manuel Blanes en 1972 y 1973. Por la Intendencia de Paysandú en 1973. Premio Adquisición del Museo Nacional de Bellas Artes en 1974. En 1975 le fue adquirido para una importante colección de San Pablo (Brasil) un retrato que formaba parte de su envío a la XIII Bienal. Sus obras además están en importantes colecciones de Uruguay, Brasil, Argentina, España, Italia, Canadá, New York (USA) y Alemania
Muere en Montevideo en 2001 a los 72 años de edad.
Hugo Nantes
(San José, 1933-2009)
Nacido y criado maragato, Nantes estudió con Edgardo Ribeiro y con Dumas Oroño. A los treinta años recibió una importante beca artística que le permitió viajar por varios países de Europa. Su obra pasó por diversas etapas, desde la pintura al óleo sobre tela hasta la escultura y la cerámica. A lo largo de su carrera expuso en diversos salones nacionales y ferias internacionales, como la Bienal de San Pablo y de París. Obtuvo premio en Salones del Interior, Salones Nacionales de Pintura y también el Premio Figari en 1998. Varias obras suyas forman parte del acervo de diversas instituciones públicas en el Uruguay.
Edgardo Ribeiro
Artigas, 13 de octubre de 1921-Maldonado, 22 de febrero de 2006. Fue un pintor y muralista uruguayo.
En 1939, gracias a una beca, él y su hermano Alceu se trasladaron a Montevideo donde comenzaron a estudiar con el maestro Joaquín Torres García.1 Y muy prontamente, en 1943, obtiene el gran Premio "Amigos del Arte".
Entonces se suceden sus logros artísticos: en 1951, el Gran Premio del Salón Artistas del Interior en el Salón Nacional de Bellas Artes, obtiene el gran premio de dibujo (1954) y gran premio de pintura (1955). En 1964 recibió el premio beca VI Bienal Nacional de Uruguay. Realizó numerosas exposiciones en el país y en el extranjero: París, Holanda, Tokio, México, Washington; sus obras pasaron a estar en los principales museos del mundo, desde Montevideo al Museo de Arte Moderno de Moscú.
Murales: Edificio Ancap y Liga Fomento en Punta del Este1 en 1946, Panteón de la Sociedad Española en Montevideo, en Buenos Aires, en Corrientes y Pasteur, el de mayor tamaño y más importante de su carrera. En el Liceo Departamental de Minas realiza otro mural en 1949.1
Edgardo Ribeiro tuvo una larga actividad como docente, en la que no solo impartió sus conocimientos en su taller particular en Montevideo, sino que fundó talleres en Rocha, Minas y San José.1 En 1967 fundó en su departamento natal: Artigas, un Taller de Artes Plásticas con el apoyo del Ministerio de Cultura.
David Alfaro Siqueiros
Ciudad Camargo, Chihuahua el 29 de diciembre de 1896 y muere en Cuernavaca el 6 de enero de 1974.
Fue un pintor y militar mexicano. Es considerado uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco.
En 1914, con apenas dieciséis años, se alistó en el ejército constitucionalista para luchar en la Revolución mexicana, una experiencia que le llevaría a descubrir "las masas trabajadoras, los obreros, campesinos, artesanos y los indígenas... (y sobre todo), las enormes tradiciones culturales de nuestro país, particularmente en lo que se refiere a las extraordinarias civilizaciones precolombinas."
La obra de David Alfaro Siqueiros
Para Siqueiros socialismo revolucionario y modernidad tecnológica eran conceptos íntimamente relacionados. Estaba convencido de que la naturaleza revolucionaria del arte no dependía tan sólo del contenido de sus imágenes, sino de la creación de un equivalente estético y tecnológico en consonancia con los contenidos. Toda su vida artística estuvo residida por la voluntad de crear una pintura mural experimental e innovadora.
Siqueiros adaptaba sus composiciones a lo que él llamó la "arquitectura dinámica", basada en la construcción de composiciones en perspectiva poliangular. Para ello estudiaba cuidadosamente los posibles recorridos de los futuros espectadores en los lugares que albergarían sus murales y definía así los puntos focales de la composición. Siqueiros llegó a utilizar una cámara de cine para reproducir la visión de un espectador en movimiento y ajustar más eficazmente la composición a esa mirada dinámica.
La integración de todas las artes, que Siqueiros anheló a lo largo de toda su vida, pudo hacerse realidad en el proyecto que ocupó sus últimos años, el Polyforum Cultural Siqueiros (1967-1971, Ciudad de México). El edificio, concebido por el mismo Siqueiros, posee doce lados totalmente cubiertos por murales, cada uno con un tema diferente. En el techo abovedado del piso superior pintó Marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos, para cuya contemplación los observadores se colocan sobre una estructura móvil que gira siguiendo el sentido narrativo de las imágenes y que permite al espectador "transitar" por el relato mientras un juego de luz y sonido hace más vívida la experiencia. Si bien la grandilocuencia del proyecto no alcanzó altos niveles estéticos, supuso un gran logro como empresa colectiva que aglutinó a un equipo enorme de técnicos y artistas a los que Siqueiros supo infundir el gran ideal de un arte tecnológica y socialmente revolucionario.
Augusto Torres
Tarrasa, Barcelona, 19 de junio de 1913 − Barcelona, 13 de marzo de 1992. Fue un pintor y muralista uruguayo de origen español. Fue el segundo hijo del pintor Joaquín Torres García y de Manolita Piña.
Su infancia transcurrió entre Nueva York, Fiesole (Italia), donde reside hasta 1926 y se familiariza con los frescos de la Toscana y la ciudad de Florencia.
Posteriormente, se trasladan a Francia para instalarse en París, en la casa de Jean Hélion, que despierta en Augusto el interés por la escultura africana y la antropología. En 1928, con solo 15 años, es contratado por el Musée de Trocadero (actualmente Museo del Hombre) para ilustrar e inventariar la colección de vasos Inca y Nazca, despertándose así su interés por la cultura precolombina, comenzando también sus estudios de historia del arte, costumbres y metafísica de los pueblos originarios americanos. En 1930 trabaja en el estudio de Julio González, al que ayuda en la realización de una réplica del “Hommage à Apollinaire” de Picasso, quien visita a menudo el taller.
En esos años participa en dos exposiciones colectivas en París y conoce a Van Doesburg, Calder, Arp, Lipchitz o Severini, amigos de la familia y cuyas conversaciones influirán en la personalidad del joven Augusto, que además estudiará dibujo en el estudio de Amédée Ozenfant.
En 1933, su familia se traslada a Madrid, donde estudia cerámica y visita el Museo del Prado, lo que le permite estudiar la obra de El Greco, Goya y Velázquez. La de este último le marcará profundamente.
Tras exponer en el Salon des Surindependents de París, su familia se instala definitivamente en Montevideo.
El regreso al Uruguay marcará un punto de inflexión en su vida. Su padre funda la Asociación de Arte Constructivo y posteriormente el Taller Torres García, donde jóvenes pintores se formarán en las teorías constructivistas. Su amistad con el también pintor y discípulo de Torres García Alceu Ribeiro le llevaré a realizar con él su primera exposición en Montevideo y a viajar juntos a Bolivia y Perú para estudiar el arte precolombino.
En 1951, contrae matrimonio con la artista y miembro del Taller Elsa Andrada.
Tras morir su padre en 1949 combina la dirección del Taller Torres García con viajes a Europa hasta el cierre del mismo en 1967.
Tras el cierre del Taller repartirá su vida entre Montevideo y Barcelona, realizando diversas colaboraciones con el arquitecto Antoni Bonet y presentando su obra en exposiciones en galerías y museos de Montevideo, Nueva York, San Pablo, Venecia, Madrid y Barcelona. Participa en la Bienal de Venecia, la Bienal de Sao Paulo y la feria ARCO.
Falleció en Barcelona en 1992.
Después de su muerte, su obra ha continuado siendo expuesta en galerías y museos de todo el mundo, destacando entre las exposiciones colectivas la muestra de 1992 “La escuela del Sur, el Taller Torres García y su legado”, itinerante por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el M.Hintington Art Gallery de Texas, el Museo de Monterrey, el Museo del Bronx en Nueva York y el Museo Rufino Tamayo en Ciudad de México, “Constructive Universalism”, en el Art Museum of the Americas, Washington, la exposición en la Galería Cecilia de Torres de Nueva York “65 years of constructivist Wood” así como las muestras “El Taller Torres García”, celebrada en la Sala Dalmau de Barcelona y el Centre Cultural Caixa de Terrassa en 1998 y “25 anys de galeria” en la Sala Dalmau, ambas premiadas con el premio de la ACCA (Asociación Catalana de Crítica de Arte) a la mejor exposición del año. Entre las muestras individuales destacan las celebradas en 1994 en el Museo Torres Garcia de Montevideo en 2003 en Sicardi Gallery, Texas, y la exposición en Sala Dalmau en 2005 que sirvió como acto de clausura del 25 aniversario de dicha galería.
Su obra se encuentra, entre otras instituciones, en la Fundación Miró de Barcelona, el Museum of Modern Art de Nueva York, el Museo Nacional de Artes Visuales y el Museo Torres García de Montevideo.
Horacio Torres
Nació en Italia en 1927. Hijo y discípulo de Joaquín Torres García, aunque se dedicó en su madurez a la pintura figurativa en cuadros de gran formato.
Estudió con su padre desde los incios de su adolescencia. Participó en todas las muestras del Taller Torres García. Se radicó en Nueva York en 1969 donde contó con el apoyo del célebre crítico de arte Clement Greenberg. En esa ciudad desarolló una amplia actividad artística.
Su obra se caracterizó por mantener una tendencia figurativa con preponderancia de la figura humana y reminiscencias clásicas. Fue distinguido con varios premios en Salones Nacionales y Municipales.
Falleció en Nueva York a los 51 años de edad en el año 1976, en el momento en que su obra comenzaba a ser reconocida en Estados Unidos.